Nacimiento, crecimiento, muerte y resurrección: el girar de la rueda es un círculo, pues el año es un viaje circular que realizamos alrededor del sol. Empieza en la oscuridad del año, momento en el cual el velo es delgado, ese fértil momento en el cual presente, pasado y futuro se encuentran. El Niño Año es concebido, y con él “toda posibilidad” pues el Niño aún no está formado. Cuando representamos cada drama en su época nos transformamos. Somos renovados, renacemos incluso mientras decaemos y morimos. No estamos separados unos de otro, del amplio mundo que nos rodea; somos uno con “La Diosa”. Mientras la espiral se eleva, mientras las estaciones cambian, nosotros despertamos el poder que proviene del interior, el poder para sanar y renovarnos.
En este primer encuentro trabajaremos:
Encuentro: Domingo 17 de noviembre de 2019 de 11 a 15 h
La Diosa es vista en la luna, la luz que brilla en la oscuridad, la que trae las lluvias, que mueve las mareas, Doncella de los misterios. En ella están los misterios de la muerte y el nacimiento, en Ella está la realización de todo amor.
En este segundo encuentro trabajaremos:
Encuentro: Domingo 1 de diciembre de 2019 de 11 a 15 h
La noche del solsticio es la más larga del año. Triunfa la oscuridad; y, sin embargo, cede y se transforma en luz. La respiración de la naturaleza se detiene, todo espera para convertirse en luz. La Gran Diosa da a luz al Sol, el Hijo de la promesa que despierta en nuestro interior recordándonos que podemos ser más de lo que somos.
En este tercer encuentro trabajaremos:
Encuentro: Domingo 19 de enero de 2020 de 11 a 15 h
Nuestro potencial echa raíces, saca retoños y echa hojas. El espíritu del sol entra en las semillas de la primavera. Llama a la Hija Semilla del Sol, porque él se elevará, se desparramará y volverá a caer. Este es el tiempo de la semilla, cuando la vida brota de la tierra y se rompen las cadenas del invierno. La luz y la oscuridad son iguales, es una época de equilibrio, cuando todos los elementos que hay en nuestro interior deben ser llevados a una nueva armonía. El príncipe del Sol alarga la mano y Core, la Doncella oscura, regresa de la Tierra de los Muertos, cubierta de lluvia fresca, con el dulce aroma del deseo en su aliento. Cuando ella da un paso aparecen las flores salvajes, cuando baila, la desesperación se transforma en esperanza, la tristeza en alegría, la carencia en abundancia ¡Que nuestros corazones se abran a la primavera, rompiendo ataduras y liberándonos!
En este cuarto encuentro trabajaremos:
Encuentro: Fecha por definir
La rueda gira, el solsticio de verano es el tiempo de dar del Sol, nuestra Madre, porque ella nos alimenta de su propio cuerpo. El Sol es la diosa que se entrega, porque se consume para generar calor. Desciende, como la semilla desciende al suelo, entra en el Inframundo. Es el Tiempo de soñar, el mundo del espíritu. Es la época de la rosa, flor y espina, fragancia y sangre. Triunfa la luz y, sin embargo, empieza a declinar hacia la oscuridad. El Rey Sol crecido abraza a la Reina del verano con el amor que es la muerte, porque es tan completo que todo se disuelve en un único canto de éxtasis que mueve los mundos, muere y empieza a navegar por los oscuros mares del tiempo, buscando la isla de la luz que es el renacimiento. Nosotras hacemos girar la rueda y compartimos su destino, porque hemos sembrado las semillas de nuestros propios cambios, y para crecer debemos aceptar incluso la muerte del sol.
En este quinto encuentro trabajaremos:
Encuentro: Fecha por definir
Precio:
240€ formación completa
50€ encuentro suelto
Profesoras:
Laura Raices & Nuria Sama